¿SPA o HAMMAM ? ¿Qué escoger?

Diferencias y similitudes

El Spa es un centro de hidroterapia donde se realizan terapias y tratamientos utilizando el agua como elemento principal.

Su origen proviene del pueblo belga SPA, muy conocido en la época romana por sus baños en aguas termales. Aunque también se cree que la palabra SPA significa “SALUTEM PER AQUAM” o “SALUS PER AQUA”, o sea “salud a través del agua”. El Spa ofrecía tratamientos con propiedades curativas y hasta principios del s. XX era un lugar destinado a la clase aristocrática y burguesa.

Actualmente, el SPA ofrece terapias con agua en jacuzzi, piscina, circuitos acuáticos e hidroterapéuticos… todas ellas destinadas a la relajación y el descanso.

El hammam en su origen

El hammam llegó directamente de los baños griegos y romanos. Una de las tradiciones árabes más placenteras se está imponiendo en nuestro país. El hammam o baño árabe público no cubre sólo funciones de descanso e higiene, sinó que también es un lugar de reunión social y política. Las calles de la Córdoba musulmana albergaban más de 600 en su época de mayor esplendor. En un principio fueron baños de agua fría para el uso exclusivo de los hombres.

En poco tiempo se convirtió en el centro de la cultura árabe. En cada ciudad existían varios hammams accesibles a toda la población. Al principio eran instalaciones pequeñas y cerradas pero con el tiempo pasaron a convertirse en lugares amplios que fomentaban la sociabilidad.

Desde la Antigüedad se ha usado el hammam para prevenir enfermedades.  Actualmente se accede al hammam con fines higiénicos o terapéuticos. El hammam es una parte muy importante de la vida y costumbres marroquíes. Hombres, mujeres y niños acuden al menos una vez a la semana al hammam del barrio, y pasan dos o tres horas allí. Es una manera de ponerse al día en los cotilleos entre amigos, y a la vez llevar a cabo los rituales de belleza para mantener una piel suave y brillante.

El hammam consta de varias salas de  frías y calientes con vapor y una humedad que puede llegar al 100%.

Tradicionalmente había tres salas o fases en el hammam:

  • Sala Tibia destinada a la relajación y adaptación del cuerpo.
  • Sala Caliente destinada a abrir los poros y detoxificar.
  • Sala Fría destinada a relajar el cuerpo.


Los beneficios del hammam son múltiples:

  • El calor aumenta la ventilación en el cuerpo y con ello la circulación sanguínea
  • Estimula el sistema nervioso, disminuye el estrés y los problemas de insomnio
  • Se estimulan los tejidos retardando el proceso de envejecimiento
  • El vapor origina la dilatación de los poros. Eso significa que las toxinas e impurezas son eliminadas mejorando no solo nuestro organismo sinó también la apariencia de la piel
  • Despeja las vías respiratorias siendo ideal para aliviar resfriados, tos, bronquitis y sinusitis
  • Facilita la secreción del flujo vaginal y calma los dolores menstruales gracias al calor
  • Ofrece más relajamiento que la sauna seca o finlandesa pero en un inicio necesitas habituarte a respirar aire saturado de vapor de agua.

El jabón negro: el secreto del hammam

  • La exfoliación con el jabón negro es el alma del hammam.
  • El jabón negro beldi es el más conocido en Marruecos. Se prepara a partir de la aceituna negra y del aceite de oliva.
  • Se utiliza principalmente como exfoliante, purificando y limpiando la piel en profundidad ya que no es irritante y tiene propiedades calmantes y suavizantes.
  • Entre sus propiedades destaca, además, el brillo que aporta a la piel, eliminando toda la suciedad de la contaminación y las células muertas.
  • Modo de uso como exfoliante:
  • El jabón negro puede utilizarse tanto para el cuerpo como para la cara, evitando el contacto con los ojos. Una vez la piel está humedecida, se aplica suavemente por toda la piel, se deja actuar unos minutos para ablandar la piel muerta y facilitar su exfoliación con un guante de tejido granulado (kessa) para retirar las impurezas más profundas.

Os animo a todas a vivir esta experiencia única en un hammam y a compartirla con nosotros.